Lo primero, es que debido a que “corto” es una palabra algo ambigua y hasta cierto punto su interpretación es subjetiva es pertinente que nosotros dejemos claro a qué nos referimos cuando hacemos uso de esta palabra. Para los fines de esta pieza, la palabra corto implica una redacción de no más de 2,000. Esto para mantenernos simples y no entrar en detalles técnicos.
Este es el tercero y último de los artículos de nuestra primera serie, orientada básicamente a ayudarte a que sea capaz de dar tus primeros pasos en el mundo de la redacción o más bien en el mundo de la escritura. Los inicios siempre son la parte más complicada de cualquier proceso y, una mano nunca cae mal, por eso, que tal si entramos un poquito en materia. En esta entrada quiero que hablemos de cómo puedes redactar tus primeros pequeñitos y hacer de ellos, lecturas agradables.
Cuando redactamos un texto corto estamos supuestos a seguir las mismas normas que cuando redactamos uno más largo, ahora bien, esto no quiere decir que vamos abordar ambos textos de la misma manera. Tenemos que recordar que cada composición de por sí, tiene particularidades diferentes con respecto a otra y, eso hace que, al crear nos veamos obligados a hacer una estructura pre-escrita diferente.
Ten en cuenta el tamaño
Empecemos por lo más obvio, el tamaño. Cuando estás redactando una pieza que es simple y corta, tener en cuenta precisamente eso, es bien importante. La razón por la que es tan vital se encuentra primordialmente en el hecho de que, del tamaño depende en gran medida:
- La cantidad de data.
- Referencias.
- Palabras sinónimas.
- Personajes/subtemas.
Y muchas otras cositas que componen la obra, entonces.
- ¿Cómo tengo en cuenta el tamaño?
Procura mantenerte dentro de tu rango de palabras. Si tu rango de palabras son 1400 a 1500, mantente ahí, evita excederte porque, una vez lo hagas, tu texto corre el riesgo de perder la forma que tenías pensado para él en primera instancia.
Usa la información con sabiduría. al tratarse de un escrito de no muchas palabras debes asegurarte de que no estás desperdiciando ni siquiera una, hablando de cosas que no son relevantes, dejando cosas que sí fuera.
Utiliza un lenguaje simple. Fíjate que utilicé el término simple y no informal, ¿Por qué? Bueno pues porque depende del público al que escribes, ser o no ser informal puede dañarte o hacerte bien. Un lenguaje simple consiste en hacer uso de palabras que faciliten el entendimiento amén de si son escritas con tono informal o formal.
Cuidado con el tema que eliges
¡Ay! La de errores que cometí al redactar escritos cortos por no entender esto. Hay ciertos temas que, dada su naturaleza, se hace virtualmente imposible poder escribir acerca de ellos en tan solo unas 1500 o 1600 palabras. Una de las peores cosas que le puede pasar a un escritor es darse cuenta de que agotó las palabras que tenía disponible y, todavía le falta la mitad de la información que se considera como vital.
Conclusión
Escribir un texto corto dependiendo de qué tipo de escrito sea, va a tener más o menos palabras, pero, al final se trata de lo mismo y, por ende, se ha de abordar de la misma forma solo que en su justa medida. Los textos cortos en los últimos años son los que están llevando la voz cantante casi en todo, los blogs post, los libros, incluso hasta los guiones están siendo orientados a tener diálogos simples sin llegar a los superficial.
Quiero dejarte con este pensamiento:
“Lo simple no siempre implica una pérdida en el contenido”
