A mí me encanta escribir, es una de las actividades que más disfruto en la vida, lo cual es muy curioso, porque, en su momento pensé que nunca me interesaría por algo como eso. La vida y sus vueltas demostraron que había nacido para ello, en mi empezó a nacer un deseo por plasmar las ideas en el papel, pero, las preguntas eran ¿Cómo? Y ¿Cuándo? No tenía técnica, tampoco sabía si debía esperar a que me llegara la inspiración o debería escribir aun sin que la inspiración haya pasado por mi puerta. 

Esas dos preguntas rondaron mi cabeza por bastante tiempo y, hasta que no les di respuesta, no empecé a escribir, un error del que me arrepiento bastante. 

Un día mientras hablaba del tema con una maestra de literatura del colegio, ella me dijo lo siguiente:

• Hay cosas en la vida, escribir dentro de ellas, que no puedes esperar saber hacerlo para empezar, debes iniciar y, la práctica te irá enseñando. 

Y ahí estaban mis respuestas, no eran las que estaba esperando, pero, sin duda eran las que necesitaba. No perdí nada de tiempo y ese mismo día durante el segundo receso me tomé unos minutos para escribir algo, minutos que terminaron convirtiéndose en toda la hora de comida. Lo que escribí no tenía sentido alguno, pero, la verdad es que no tenía que tener sentido, porque en esta ocasión se trataba de algo más profundo que eso. 

Que no te de miedo escribir cosas sin sentido

La primera razón por la que deberías empezar a escribir ahora, es porque, aunque lo que escribas no tenga sentido, el simple hecho de que lo estés haciendo, te acerca aún más a la meta final, que es dominar el arte de la redacción. Esta práctica no solo va ir creando una tendencia en tu cerebro, sino que también te va a permitir depurar ideas. Te confieso, que muchos escritos muy buenos que he publicado, han nacido de tomar pedacitos de otros no tan buenos. 

La confianza en ti y en tu arte, jugarán un rol importante en que seas capaz de hacer lo que dice el título “Escribe, aunque no tenga sentido”. Sí será necesario confianza porque, no solo otros querrán derrumbarte, sino que esa vocecita interior también intentará hacer que renuncies a tu deseo de alcanzar tus sueños.

Comete los grandes errores temprano

Iniciar hoy te ahorra muchos errores de mañana, muy poca gente es capaz de reconocer el valor que hay en errar temprano. Cuando se están escribiendo, se ha de ser consciente de que las cosas no siempre saldrán como uno quiere, pero, aun así, todo escritor tiene un instinto al escribir. El detalle está, en que ese instinto solo se agudiza a través de la experiencia (prueba y error, en la mayoría de los casos).

No caigas en la trampa de pensar que no puedes cometer ni un solo error o sino todo se daña, no, eso está lejos de la realidad. Cuando te lleguen a la mente esos pensamientos y te hayas a ti mismo caminando por esas tendencias, recuerda que, esos errores son tu inicio, no tu final. No te dejes definir por un error o muchos errores (el primer artículo que escribí en mi vida tenía más de 60 errores importantes).

Agudiza tu arte

“La práctica hace al maestro”

Así como con el instinto, otras capacidades se van agudizando cuando llevas más tiempo escribiendo. Eso sí, de antemano dejo saber, la mayoría del tiempo ni siquiera notaras los cambios, así que no te desesperes tu sigue trabajando. Una buena manera de hacer esto, es tomando temas que no dominas o que no te gustan e intentar escribir como si fueses un apasionado, esto te hará capaz de escribir desde cualquier óptica con naturalidad.

Otra estrategia que es muy útil y que, si se practica desde el inicio, puede separarte del resto, es la creación de escenarios. Crear un escenario nos es más que plantear lo ficticio como realidad y, así sea que desees escribir libros de texto, blog, guiones o novelas; tendrás que dominar este arte. Entonces, ¿Por qué no empezar desde hoy?

Escribe y sigue escribiendo

Este punto es bastante simple, ¡no dejes de escribir! No creas que, porque llevas dos o tres semanas escribiendo ya estas realizado, toma años convertirse en alguien que otros puedan usar como referencia sin problema alguno, por eso, no debemos faltarle el respeto al arte creyendo que podemos dominarlo con tan solo unas cuantas horas.

Puedes destinar horarios en tu día, momentos (una hora, media hora) en los que te retiras a un lugar tranquilo en donde puedas concéntrate, escribir de manera libre y, hacer uso de tu creatividad. Lo cierto es, que no siempre estarás inspirado, no siempre tendrás una epifanía en donde las ideas te llegan como caídas del cielo, entonces, para cuando eso sucede, es en donde entra en juego la disciplina. 

Conclusión

En conclusión, no hay tiempo que perder, no es momento de quedarse pensando o esperando a una señal divina, si quieres escribir de verdad, lo único que necesitas es tu mente, lápiz y papel. Solo tres elementos, tres elementos que una vez se combinan, dan lugar a cosas maravillosas que la imaginación de un ser humano promedio es incapaz de asimilar.

Entonces: 

En primer lugar: confiar en tu talento y en el amor que tienes por la redacción.

Segundo: no le tengas miedo a los errores, errar es de humanos y solo aquellos que se arriesgan a equivocarse, son los que tienen la oportunidad de alcanzar el éxito.

Tercero: desarrolla el arte, si de verdad te interesa escribir, debes buscar ese conocimiento básico. Eso sí, recuerda que no se trata de memorizar reglas sino de mejorar tu arte.

Cuarto: no existe nada en el mundo que pueda prosperar si no se le dedica tiempo, tu talento para escribir no es la excepción a la regla. Es simple, piensa hasta dónde quieres llegar y dedícale el tiempo que entiendas te va a llevar a ese destino.